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Seis secretos para conseguir la felicidad

Interesante post de Alternet.org, sobre un tema recurrente y a lo que muchos aspiramos y trabajamos para conseguirlo, la felicidad; eso si tomamos en consideración las letras del famoso compositor brasileño Vinicius de Moraes, de su tema: Tristeza: “tristeza no tiene fin, la felicidad si.” [Lo que es más común].

Bueno, ahora la ciencia también trata de desentrañar las claves para conseguir tan noble y humano fin.

¿Qué dice la ciencia acerca de la búsqueda de la felicidad? [traducción libre]

1. Rodéate de gente feliz  

O, al menos, rodearse de personas que se rodean de gente feliz. Una investigación llevada a cabo por más de 20 años en colaboración con el instituto de estudio del corazón de Framingham reveló que los cambios en la felicidad individual pueden conectarse en cascada a través de las redes sociales o amigos, como un contagio emocional. Así es, la felicidad es como una especie de enfermedad por llamarlo de algún modo. (Al convivir con amigos, socios, esposos, hermanos, vecinos, estos son susceptibles de irradiar y ser irradiados por buenos ánimos).

“Lo más importante desde nuestra perspectiva es el reconocimiento de que las personas están inmersas en redes sociales o círculos de amigos, y la salud y el bienestar de una persona en ese circulo, afecta la salud y el bienestar de los demás miembros”, concluyen los investigadores. Teniendo en cuenta la relación entre la felicidad y la gente, se encontró que se extienden hasta en tres grados de separación (es decir, los amigos de los amigos de nuestras amistades). “Este hecho fundamental de la existencia proporciona una justificación conceptual fundamental para la especialidad de la salud pública. La felicidad humana no es más un sentimiento de individuos aislados.” También digno de mención; los investigadores encontraron que la  tristeza esta  lejos de ser “contagiosa”, como la felicidad. De eso no cabe duda, ya que a nadie le gusta estar o sentirse triste, excepto las personas que pasan por malas rachas o que sufren de alguna enfermedad.

2. Domina una habilidad 

Ésta es una especie de compensación: un estudio publicado en la edición de 2009 del Daily of Happiness Studies encontró que las personas que se dedican a dominar alguna habilidad o capacidad tienden a experimentar más estrés en el momento, pero también de una mayor felicidad y satisfacción sobre una base horaria, diaria, y a largo plazo como resultado de su compromiso

“Sin dolor no hay ganancia esa es la regla cuando se trata de encontrar la felicidad en nuestra creciente competencia o aprendizaje de algo” dice Ryan Howell, profesor asistente de psicología en la Universidad Estatal de San Francisco en un comunicado. “La gente suele renunciar a sus objetivos porque son agotadoras, pero hemos encontrado que hay un beneficio adicional al final de la jornada en el acto de aprender, de hacer algo nuevo”.  

3. La autonomía es la clave 

El mismo estudio encontró que el dominio de una habilidad podría reforzar la felicidad en general, a largo plazo se ha encontrado que las tensiones minuto a minuto en el acto de  dominar  alguna habilidad pueden verse disminuidas por la autonomía o autosuficiencia y también ha desarrollar un sentido de compañerismo. “Nuestros resultados sugieren que se puede reducir el estrés momentáneo asociado con la mejora de la habilidad o capacidad adquirida, garantizando que se cumpla así mismo la necesidad de autonomía y conectividad”, explica Howell. “Por ejemplo, la realización de alguna actividad junto a otras personas y asegurarnos de que la actividad que hemos elegido este de acuerdo a nuestros gustos y estilo.” 

4. Sonría, así no tenga motivos para hacerlo

Darwin en 1872 escribió: “La libre expresión de signos externos, intensifica una emoción.” Y estudios recientes -que implican botox- sugieren que estaba en lo cierto. Melinda Wenner de SciAm explica: Psicólogos de la Universidad de Cardiff en Gales encontraron que las personas cuya capacidad para no fruncir el ceño debido a las inyecciones de botox son más felices en promedio que las personas que si pueden fruncir el ceño o de por si ya lo tienen fruncido. Los investigadores administraron un cuestionario de ansiedad y depresión a 25 mujeres, la mitad de las cuales habían recibido “inhibidores” de ceño fruncido debido a las inyecciones de botox. Estas personas dijeron sentirse más felices, menos ansiosas en general, y más importantes (como dato adicional, esto poco tenia que ver con que se sintieran más atractivas debido al botox) lo que sugiere que los efectos emocionales no fueron provocados ​​por un impulso psicológico que podría provenir de la naturaleza misma de la estética del tratamiento. “Al parecer, la forma en que sentimos emociones no se limita únicamente a nuestro cerebro, hay partes de nuestro cuerpo que ayudan y refuerzan las sensaciones positivas o negativas que estamos teniendo” según Michael Lewis, co-autor del estudio. “Es como un bucle de retroalimentación”. Tenga en cuenta que esto es muy diferente al sentirse bien por una ayuda externa física y también contrario a albergar pensamientos positivos o agradables, como recuerdos felices, que nos animan la vida en el momento en que las tenemos.

5. Reciba terapia

Una nota al margen; si usted cree que puede beneficiarse de la psicoterapia, pero está demasiado preocupado por lo que pensarán sus familiares y amigos, piénselo mejor. ¿Por qué? debido a que sí funciona (especialmente si usted encuentra la forma de tratamiento que sea más adecuado para usted ). 

De todos modos en un giro interesante e inesperado, siempre surge la vieja pregunta de si ¿el dinero hace feliz a la gente o no?, el psicólogo Chris Boyce comparó el costo-beneficio de la terapia psicológica en comparación con una compensación monetaria después de los casos de trastornos psicológicos. Sus hallazgos, que fueron publicados en una revista de economía, encontró que la terapia es 32 veces más beneficiosa que la felicidad producido por el aumento de dinero contante y sonante. 

“A menudo, la importancia del dinero para mejorar nuestro bienestar y lograr una mayor felicidad es muy sobrevalorado en nuestra sociedad”, señala Boyce. “Los beneficios de tener una buena salud mental, por otra parte, a menudo no se aprecian completamente y la gente no se da cuenta del poderoso efecto que la terapia psicológica puede tener en la mejora de nuestro bienestar en general”. 

6. Deja de tratar de ser únicamente feliz. (Cuidado con la obsesión, la neurosis) 

Si se quita una cosa de este post, que sea esta: el de buscar únicamente la felicidad. 

Hay formas de medir la felicidad, ya sea químicamente o con un cuestionario, pero cuando a fin de cuentas se trata de definir la “felicidad” esta tiene diferentes significados para las personas, es algo muy subjetivo y para colmo de males, también es uno de los ideales individuales más nebulosos de la existencia humana. Lo paradójico del caso, es que uno de los mayores inconvenientes de esta verdad es que el establecimiento de una meta planificada de antemano, hacia la felicidad, en realidad puede ser contraproducente. 

Algunas de las investigaciones más importantes sobre la felicidad que han emergido en los últimos años, están en oposición directa por el culto a la positividad tipificada por una multitud de libros de actitud positiva o libros de autoayuda que ponen un énfasis desproporcionado sobre la configuración de ¡grandes metas personales! para conseguir la felicidad eterna. En una revisión del 2011 por profesionales en psicología, se descubrió que la búsqueda de la felicidad, con estos métodos, en realidad pueden conducirnos a resultados negativos – no por rodearnos de gente positiva, obtener el dominio de una habilidad, el sonreír, recibir terapia u obtener autonomía ya que estas acciones por sí solas no conducen a la felicidad “a lo estemos haciendo con la motivación necesaria, y, a la expectativa de que estas cosas deberían hacernos feliz, pero en realidad pudieran conducirnos a la decepción y a la disminución de la felicidad si es que no nos dieran los resultados esperados (en el mediano plazo).”

A todo esto diría que es mejor que dejemos de ser obsesivos con el tema de la felicidad llegando a la neurosis, absolutamente todo en exceso siempre nos hace daño; es mejor que vivamos con humildad en el corazón y con una sana ambición de superación en la profesión o carrera escogida, considerando que nada es automático y todo lo bueno siempre lleva su tiempo. 
Una de las frases que suelo usar seguido, casi inconscientemente, y que me sirve como una especie de mantra es: “Uno logra la felicidad, encontrándose uno mismo y teniendo un proyecto de trabajo coherente.” Tampoco olviden sonreír (como sugiere este post, a no fruncir el ceño), así no tengan motivos para hacerlo. A mal tiempo buena cara, siempre. 
Buena suerte amigos. 🙂

Vía: alternet.org 

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